Cada decisión que tomamos en nuestro día a día, desde comprar cierta marca de refresco, hasta adquirir cierta marca de un nuevo vehículo, tienen que ver con una serie de percepciones de nuestro entorno, y básicamente son parte de campañas estratégicas que incitan a nuestras sensaciones y aspiraciones a culminar de esa forma. Conocemos como Economía del Comportamiento a las estructuras de investigación que se dedican a analizar las tendencias cognitivas y emocionales, ya sea en su formato individual o colectiva.
Literalmente la economía trata de comprender el comportamiento que tienen los consumidores, pero en ocasiones es necesario tener una mayor claridad sobre la conducta de los mismos, así como los factores que afectan dichas conductas, esto con la finalidad de hacer que cada acción que tome la empresa, sea mucho más efectiva y con un notablemente menor costo.
Beneficios para las empresas
Para poder posicionar un producto nuevo, sacar una nueva marca u ofrecer un servicio especializado, es necesario saber con antelación las necesidades de los consumidores, entender su comportamiento para poder ofrecer exactamente lo que se está buscando. Tener esta información disponible y segmentada es como tener una mina de oro, nos permite crear campañas específicas y personalizadas de productos o servicios los cuales ya están demandados por algún nicho de mercado.
Para poder conocer estas tendencias en la conducta de nuestros consumidores, es necesario hacer un estudio de mercado (market research) en donde recabemos información de estadística básica como edades y lugares, hasta información del comportamiento de convivencia social y aspiracional de los individuos; si concentramos dicha información podremos segmentar los datos y enfocarnos en nichos específicos de mercado, los cuales aunque serán un grupo reducido comparándolo con el todo, son estos lo que tendrán mucha mayor posibilidad de compra o adquisición de un bien o servicio.
Beneficios a los consumidores
El recabar información, hasta cierto punto personal, parece algo invasivo pero en realidad trae beneficios significativos en la experiencia de compra de los consumidores, ya sea en formatos físicos como autoservicios, o modelos de negocio digitales como el e-commerce o la banca en línea; toda la publicidad que recibimos a diario está enfocada en modificar nuestro comportamiento e incitarnos a adquirir cierto producto o servicio en específico, pero en realidad más del 70% de ella está diseñada para otro tipo de mercado del que no somos parte, es decir, la publicidad no segmentada le llega a mucha gente pero muy pocos de ellos son los que están interesados en ella; con la economía de comportamiento el consumidor recibe solo aquella publicidad que realmente le interesa y quizá estaba buscando.
La importancia de la información es inmensamente fuerte en un mercado capitalista en constante globalización, el saber usarla es un hito entre un negocio exitoso y uno que no lo es.